martes, 4 de mayo de 2010

Aprendo que la soledad no es una costumbre, es un estado del alma.

Llega, te invade, ocupa tus rincones sagrados y los transforma en lugares frios, y tan silenciosos..

Prefiere la noche al dia.

A veces toca a mi puerta y se personifica en la persona que quiero. La observo, la escucho y entiendo que la disfruto en ciertos momentos, lugares y situaciones, pero que no es mi naturaleza. Es la tuya. Y hace tambalear a mi Ser compartido.

A veces te escucho y pienso, que no debo ser tan fuerte como quizas imagino..

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